El descubrimiento de esta enzima mutante podría dar como resultado una solución de reciclaje para millones de toneladas de botellas.
Los científicos han diseñado una enzima que puede digerir algunos de los plásticos más comúnmente contaminantes, proporcionando una potencial solución a uno de los mayores problemas ambientales. El descubrimiento podría dar como resultado una solución de reciclaje para millones de toneladas de botellas de plástico, hechas de tereftalato de polietileno o PET, que actualmente persiste durante cientos de años en el medioambiente.
La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences, fue dirigida por equipos de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, y el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés) del Departamento de Energía Estados Unidos.
El profesor John McGeehan de la Universidad de Portsmouth y el doctor Gregg Beckham, del NREL, resolvieron la estructura cristalina de PETase, una enzima recientemente descubierta que digiere el PET, y utilizaron esta información en 3D para comprender cómo funciona. Durante este estudio, diseñaron involuntariamente una enzima que es aún mejor para degradar el plástico que la que se desarrolla en la naturaleza.
Los investigadores están ahora trabajando en la mejora de la enzima para permitir su uso industrial para descomponer los plásticos en menos tiempo. “Pocos podrían haber predicho que, dado que los plásticos se hicieron populares en la década de 1960, enormes parches de plástico se encontrarían flotando en los océanos o se colapsarían en playas una vez prístinas en todo el mundo”, lamenta en un comunicado el profesor McGeehan, director del Instituto de Ciencias Biológicas y Biomédicas de la Facultad de Ciencias Biológicas de Portsmouth.
Fuente (leer más): La Vanguardia